No hace demasiado tiempo un amigo reciente me preguntó:
—¿Tú terminas lo que empiezas?
Me resultó curiosa la pregunta porque en la libreta que llevo en mi bolso, en la que anoto cualquier idea o inspiración que se me ocurre para compartir por aquí (sí, qué horror, no utilizo el iphone o el ipad o el iflús, a mí me gustan los bolis de colores y poder tachar, subrayar, dibujar…) tenía este tema identificado como el de una posible entrada.
Volviendo a la pregunta. Si me lo hubiera preguntado hace diez años, sin dudarlo habría contestado:
—¡Siempre!
Pero hace ya una temporada que yo misma observo que me cuesta más, que ando más dispersa… Ahora me interesa una cosa, ahora me interesa otra, pruebo, busco…
Reflexionando sobre ello, preguntándome por qué podría ser, he llegado a la conclusión de que antes terminaba todo lo que empezaba porque no estaba buscando respuestas, porque no tenía inquietudes, porque todo en mí y a mi alrededor estaba en calma —o adormecido, según se mire— y no necesitaba saber, conocer, aprender, descubrir.
Ahora me interesa todo, miro la vida con los mismos ojos con los que mi hijo pequeño miraba la lavadora cuando tenía siete meses. ¡Era fascinante para él! Ahora tiene dos años y medio y la fascinación ha dado paso a la irremediable atracción de los botones.
Así quiero yo que sea la vida para mí, siempre fascinante. Y si hoy me intereso por algo, o empiezo alguna nueva aventura, o me apunto a cinco cursos online al mismo tiempo y descubro que no me gusta, ¿pasa algo? ¿es muy grave? ¿entraré en una lista de personas que no terminan lo que empiezan?
A mis casi treinta y ocho años he descubierto que no pasa nada, que no es en absoluto grave y que esa tontería de la lista podría ser cómicamente real, pero que por ahora nadie pretende hacer algo así. Ojo, no hay que confundir las cosas, me encanta buscar respuestas, pero la constancia no es incompatible con esa búsqueda. Sólo digo: si no me gusta, si no me apasiona, si se convierte en algo negativo para mí, nadie puede decirme que continúe.
Me ha costado entenderlo. Al principio me rebelaba contra mí misma, «¡pero Emecé, si tú siempre acabas todo!» Cuando uno se escucha y se habla y escucha a otros y habla con otros acaba apareciendo la respuesta delante de ti.
Continuará.
Sra Fucsia, me gustan sus reflexiones y su ritmo de publicación.
Enhorabuena
Sra. Webos, gracias por su comentario, ¡viniendo de usted es todo un halago! Espero encontrarla por aquí a menudo. Mil besos.
Buenos días,
Las fotos de ese blog son muy chulas ¿no? 🙂 Me encanta todo lo que se escribe y la verdad que da para reflexionar todas esas entradas…¡enhorabuena!
¡Hola Philippe! Gracias por tu comentario. Me alegro de que te gusten las fotografías. Un beso.
MC me aplico esta reflexión al empeño en mantener relaciones personales que ya no apasionan o no aportan nada, simplemente estas acostumbrado a tenerlas ahí o entiendes que es lo que debe ser…
He descubierto que quiero tener gente cerca a la que pueda mirar como Bruno mira la lavadora 🙂
Bra, es igual de válida para cualquier situación, lo importante es no querer conformarse. 😉
A mi me ha ocurrido con la fotografía, me empeñaba en seguir tutoriales, cursos online, se me tenía que dar bien a toda costa… hasta que decidí que no, que no tenía por qué ser buena en eso y punto.
Buena metáfora la de la lavadora. A mi me sigue fascinando, por eso creo que Tu vida en 65′ es una de mis
películas favoritas. Aquí un fragmento
http://www.youtube.com/watch?v=wqZEkhlsOds
¡Me encanta la pinta que tiene esa película! Me la apunto como indispensable en la filmoteca, y más si viene recomendada por ti. Lo que dices es cierto, a veces hay que ser honestas con nosotras mismas y reconocer nuestros límites. En eso estamos 😉
Wonderful work! This is the kind of info that are meant to be shared across the internet. Disgrace on the search engines for not positioning this post higher! Come on over and consult with my website . Thank you dagcdcdkadae
I’m really impressed with your writing skills as well as with the layout on your blog. Is this a paid theme or did you customize it yourself? Anyway keep up the excellent quality writing, its rare to see a great blog like this one these days.. eedebfaedbdgedgd
Hi MC! ¿Nunca te han dicho: «Nena tú vales mucho»? No importa que no termines los cursos a los que te has apuntado. Unas veces no cumplen tus expectativas y otras veces tú puedes cambiar de prioridades. No es lo ideal, lo sé, pero ¿qué le vas a hacer? Tampoco es el fin del mundo. Algunas cosas, sencillamente, deben quedarse un poco más abajo en nuestra lista de tareas pendiente. Si quieres escuchar mi opinión, si alguna vez tienes dudas de seguir con tu blog y cumplir esa reciente costumbre de no terminar todo lo que empiezas, te diré: NEVER, NEVER GIVE UP!!! Te he descubierto recientemente y ME ENCANTA. Gracias.
Madre mía, Julia. Qué bonita reflexión. Millones de gracias por compartirla conmigo. Ansia por aprender, creo que nunca podré parar. El otro día, charlando de esto mismo con una amiga, ella mencionó una cita de Arthur Miller que, creo recordar, decía algo así: « Una vez que empiezas a ver, estás condenado a ver más, no a ver menos »
Un abrazo fuerte.
Has dado en el clavo de uno de mis defectos, la dispersión, el empezar proyectos sin acabar ninguno, cuando la emoción inicial va dejando paso a la dejadez y finalmente al olvido. Decenas de entradas sin terminar, pero eso sí, cuando publico una, la sensación de haber terminado algo es increíble, Un saludo 🙂
Yo lo veo más como una virtud, aprender poco de mucho, en lugar de mucho de poco. ¡Entiendo esa sensación de la que hablas!
Otro para ti. 🙂