Se pueden decir muchas cosas de la tierna y desgarrada voz de Rosalía, pero todas sobran ante la escucha pasmada de su primer disco, Los Ángeles, en el que el mejor elogio de la guitarra consiste en comprobar cómo arropa, conduce y deja sonar sin trabas esa voz mientras desgrana clásicos del flamenco con luminosa limpieza. Dejo hablar a quien sabe y, sin extenderme más, escuchen esta actuación con la primera canción del disco, Si tú supieras compañero (un revuelto de varias alegrías, de La Niña de los Peines a Aurelio Sellé), y la vibrante Catalina.
Tarareo escrito por @Alvaroquinn.
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