Tengo una amiga que es estupenda. Ella es:
-Independiente y autónoma: no quiere un hombre con dinero que la mantenga.
-Preciosa, adorable y sensible: dan ganas de abrazarla siempre.
-Inteligente y muy ingeniosa: es imposible aburrirse con ella.
Y no tiene novio.
Mi amiga hace intentos. Y escribo «hace intentos» en vez de «intentar», porque no es lo mismo. No es lo mismo jugarse la estabilidad y la tranquilidad que dejarse llevar sin más. Lo primero significa que uno decide apostar, arriesgarse. Lo segundo es una suerte de actuación relajada, en la que sientes que no necesariamente puedes perder algo valioso. Ella no se comporta así, si actúa lo ha pensado, ha hecho una valoración previa.
A veces intuye que ese intento no va a llegar más allá del fin de semana, pero bueno, cuenta como intento al fin y al cabo. ¡Nunca se sabe! Otras apuesta más alto, ¿cómo se dice en el mus?, ¿envidar? — tengo pendiente aprender a jugar al mus—. Pues bien, cuando envida se dice a ella misma: «Venga, me la juego, que este tipo parece que sí, que esta vez igual tengo suerte y gano la mano».
Cachis. Pues han pasado unos meses y parece que no, que no ha sido. OTRA VEZ.
¿Qué narices les pasa a los hombres? Esta es la cuestión que centra las conversaciones que mantenemos en la barra del José Alfredo, mientras ella apura un whisky y yo me esfuerzo en empezar uno. Por qué actúan así. Por qué son incapaces de comprometerse. Y por qué te regalan los oídos para después desaparecer (por cierto, no es necesario que lo hagáis). ¡Camarero, otro whisky para mi amiga!
Tengo una teoría. Es una teoría un poco wallflower, fruto de mucha observación. No derribaré los cimientos de la humanidad con ella, probablemente se quedará en una explicación de andar por casa.
Voy por la calle y observo parejas de adultos comportándose como adolescentes. Aprovechan para besarse en cada esquina de su camino, se abrazan, se ríen a carcajadas. Se agarran por la cintura. Se gustan y se quieren. Pero es que cuidado, esto es lo importante, casi se ve más emocionado al señor que a la señora. Porque sí, estamos hablando de señores, no de veinteañeros, ni siquiera de treintañeros. Y yo les observo y pienso que su relación tiene pinta de ser la propia de un primer amor. Y vuelvo a observarles y a pensar que lo normal es esperar que a sus edades hayan vivido unos cuantos amores antes… Y entonces me pregunto por qué este señor sí se lanza, por qué sí es valiente (suponiendo que lo esté siendo), por qué se arriesga a perder todo eso que dos décadas antes parecía no querer sacrificar ni por la mujer más guapa del mundo. Qué ha pasado.
Se ve solo. Se le acaba el tiempo. Contar conquistas y mujeres que te has llevado a la cama ya no tiene gracia: cada vez son menos. Y si eso sucede probablemente es en realidad porque ahora es ella la que te lleva a la suya. Tampoco tiene gracia pasar los fines de semana con los amigos, bebiendo y hablando de lo que sea que hablen los hombres. Uno ya no tiene una edad para aguantar esos encuentros sin estar arrepintiéndose el resto de la semana.
Siente la soledad. La empieza a conocer. Y se asusta al encontrarla, porque se inicia la segunda parte de su vida. Parece que ya no hay vuelta atrás, esto avanza. Está solo. Y no quiere estarlo. Quiere alguien que le haga reír, que le escuche, alguien a quien escuchar y hacer reír. Una mujer que le valore, con la que pueda conversar, que le considere.
Esta es mi teoría de por qué los hombres no quieren tener pareja hasta los 50 años. Si la estás leyendo te aconsejaría que te dieras prisa. Que mi amiga es todo eso (y más) que he escrito un poco más arriba.
No va a estar esperándote veinte años.
jeje…que bueno!! Lo has descrito tal cual, de hecho conozco unos cuantos. Lo que pasa que el hombre que no ha sentado la cabeza hasta los 50 no se suele ir con una de su edad o de 5 ó 6 años menos, vamos que como mucho estará con una que ronde el final de la treintena. Que quede claro que me refiero a hombres que no ha tenido ninguna relación seria hasta esa edad.
La idea es asentar la cabeza y puede que incluso tenga que darse la posibilidad de tener hijos, por no decir que en el fondo quiere seguir sintiéndose con espíritu joven y con una chica 10 ó 15 años menos esta garantizado. Y esto no lo digo como crítica, en el «fondo» lo entiendo. Por eso él esta más emocionado que ella, porque esta que ni se lo cree…
Paro de escribir que esto da para escribir un libro. Un besote MC! Good job!!
Da para un libro, sí, aunque sea un libro pésimo, jajaja. En fin, yo solo trato de compartir lo que veo, pienso, siento… Generalizar no es bueno, me daba un poco de rabia que se transmitiera eso al escribir, porque siempre, siempre, siempre hay excepciones, pero mi apreciación común es esta.
Muy de acuerdo en lo del espíritu joven y querer seguir sintiéndolo. No hay nada más atractivo que una mujer risueña y generosa, y eso puedes encontrarlo en una mujer de 30 y en una de 50. Es cuestión de actitud.
¡Un beso, Eva! ¡Gracias!
Creo que tienes toda la razón del mundo. En una gran mayoría de los casos es así. Desaparecemos porque pensamos «está bien pero…igual encuentro algo mejor». Y no nos damos cuenta de que lo mejor ya lo hemos encontrado. y , sobre todo, por miedo.
Por cierto…ojalá conociera a tu amiga!!! :))
El miedo no lo quise tratar demasiado, sólo de refilón al hacer alusión a los hombres valientes. Es difícil encontrar un hombre valiente. Quiero explicarme: los hay, seguro. Pero que se muestren y se expongan, que decidan hacerlo notar… Esos no los encuentro con facilidad. Entiendo el miedo, pero también entiendo que las mejores oportunidades de la vida requieren eso, apostar, porque si no se van, se marchan. A veces, ojo, con dolor para ambas partes. Un «quieroperonopuedo», quizás sea esa la cobardía más tierna y más injusta y difícil de comprender. En fin.
Y respecto a lo de conocer a mi amiga estupenda… No te arrepentirías. 😉
¡Gracias por dejar tu comentario, Borja! Un beso.
Pues venga..!! :))
A ver si voy a hacer de casamentera y todo… ¡Hablo con ella! 😉
Uy, aquí hay mucha tela q cortar…solo digo q algo pasa cuando somos tantas las q no encontramos compañero de viaje……tenemos nuestros defectos pero también muchas virtudes. No dependemos económicamente de nadie y, la q más y la q menos, sabe lo q no quiere….también es cierto q los miedos juegan un papel cruel y vil en las relaciones por ambas partes…pero seamos honestos, las mujeres siempre ponemos la carne en el asador y así nos va la mayoría de las veces….chasco tras chasco….
Y lo peor es q las mujeres no contamos con tanto margen como los hombres para formar una familia….el reloj biológico nos acecha (tic,tac,tic,tac) y eso les asusta, no les aterra…..pánico total….
Si una mujer se encuentra en ese momento y decide tomar las riendas….automáticamente se coloca en el último peldaño de la lista de preferencias de los «niñatos de menos de 50»
Conste q conozco un par de excepciones q confirman la regla y q nos demuestran q en algún lugar muy muy lejano existen niños de treinta y tantos o cuarenta y pocos q merecen la pena
¡¡¡¡Pura lotería!!!!¡¡¡¡q haya suerte!!!
Estoy muy de acuerdo, Eu. Tu comentario reafirma mi impresión de que hombres y mujeres no coincidimos en el tiempo en cuanto a objetivos.
¡Qué haya suerte, pues!
Creo que hay muchas cosas que han cambiado. Primero quiero decir que hablo con conocimiento de causa ya que soy cuarentón. Y ahora mis teorías.
Uno, Hay muchas mujeres que son independientes, y a los hombres nos dan miedo las mujeres independientes. En serio. Nos enseñaron que las mujeres son princesas encerradas en una torre que hay que rescatar. Y se necesitan muchos años de vida para uno saber que lo peor que le puede pasar a un hombre en la vida es encontrarse a una princesa cautiva. Años que dan seguridad y entonces cuando llegan esos años uno sabe que quiere una compañera. (y la encuentra)
Dos, no hay mayor ventaja para un hombre que tiene una pareja permanente, si es una princesa cautiva claro. Después de encontrar y rescatar varias princesas cautivas que no sirven para nada. Que no te acompañan que no te escuchan, que no te colaboran con la vida, uno queda hastiado, y cierra la puerta. (porque no todo es sexo, todas las actrices porno están divorciadas).
Así que creo que el problema esta en la educación, hay que educar a nuestros jóvenes con que todos somos iguales, y que uno solo quizás vaya mas rápido, pero dos, llegaran mas lejos
Bueno esas son mis teorías,
Sí, la visión de que os enseñaron que somos princesas cautivas que rescatar puede influir a la hora de relacionarnos. ¡Pero ya hace tiempo que dejamos de serlo! 😉
Gracias Erwin por tu comentario.
Un saludo.
me gusto buen articulo
¡Muchas gracias!
Muy real lo que dices. Yo vivo en España y soy dominicana. El choque cultura es impresionante. Algunos hombres aquí con 30 años no tienen objetivos de parejas. Sólo pasar el momento. Y más adelante vas descubrindó el no pasa nada.
Gracias por tu comentario, Alexa. Puede que sea una cuestión de que las prioridades y los momentos vitales no coinciden entre hombres y mujeres, sí. ¡Un saludo!
Mira, yo estoy en ésas, también. Da igual los años que pasen o los círculos por los que me mueva. Todos los hombres que voy conociendo traen actitudes como las descritas en este artículo. Es muy fastidioso por incontables razones. Una es estar siempre pendiente de alguien que no sé qué va a hacer o qué va a querer. Otra es empezar a dividir mi mundo entre hombres y mujeres cuando yo, naïf de mí, siempre había pensado que éramos iguales. Luego está el tener que aguantar esos comentarios de la gente que te ve siempre sola. Ellos y ellas, que ni son modelos, ni un abanico de virtudes, algunas veces personas con un montón de defectos, te señalan a ti y todas tus cosas, que esto te pasa por A, por B, por C. Es jodido darte cuenta de que tu valía depende, exclusivamente, de lo que un puñado de seres (muchas veces unos energúmenos) opinen de ti. La vecina del quinto puede estar gorda porque tiene novio. La otra puede ser una estúpida y la de más allá una no sé qué. Tú no, porque no tienes novio y si un sinfín de tíos no te hacen caso será por algo. Si es algo que te preocupa (normal) te salen con el rollo de la mujer fuerte y autónoma y te dicen que tu problema es que no te valoras, que eres dependiente. Digo yo que la independencia no está reñida con el amor, ni con desear participar de la vida igual que los demás. En fin. Podría estar escribiendo muchos párrafos más. Ya es difícil aceptar un rechazo individual con razones; aceptar uno colectivo sin ningún motivo, por norma, es el doble de duro. Y la culpabilización. Hoy en día hay un montón de cosas que no van bien en la sociedad, como la tendencia aquí aseñalada de muchos hombres. Pero chicas normales e incluso muy muy válidas tenemos que sentirnos infravaloradas.
Lucía, me encanta lo de que la independencia no esté reñida con el amor, pienso como tú. Es más, sin independencia no hay amor. Y eso no significa que se tema un compromiso. El enfoque global está muy bien traído, tienes razón. Hay una especie de estigma social sobre las mujeres que con cierta edad no tienen pareja. Como si solo dependiese de nosotras. En fin.
Muchísimas gracias por tu comentario.
Yo, bueno, quizás he tenido una tremendísima mala suerte. Pero veo muchas diferencias entre ellos y ellas. No me cuesta nada salir de casa y toparme con una doctoranda en ingeniería que además es guapa o se cuida, tiene un buen empleo, cocina y hace parapente y se apunta a conferencias. Que sale de noche pero también va a un club de lectura, a quien le gusta el sexo pero también conversar y ver películas buenas o viajar. No me pasa lo mismo con ellos. Me cuesta encontrar a un hombre con estudios superiores. Es que ni carrera. Por supuesto, jamás se han cuidado de su aspecto o de lo que se ponen. Ninguno que vaya a exposiciones. Muy pocos que vean otras películas que no sean de acción. No saben cocinar ni han limpiado nunca. En su tiempo libre sólo van a emborracharse. Ya imagino que no todos son así, o eso espero, pero es lo que veo sin ir a ningún sitio raro. Y no lo entiendo. Parece que nosotras cada vez vayamos…no sé…ampliando dimensiones…que cada vez se nos exija más..y a ellos menos. Y no sé…en este contexto deberíamos ser nosotras las que eligiéramos y ellos los que nos van detrás. No?
Lo peor de todo esto es que te hacen creer que eres tú. La gente te dice, bueno, es que hay gente que no quiere pareja y tienes que respetarlo. Bueno, es que él nunca te dijo que os casaríais y ya se veía que era un rollo. A lo mejor le agobiaste. Es que quizás como ahora has ganado unos kilos…Es que como has tenido malas experiencias ahora transmites negatividad. Es que tu actitud…Es que te ven desesperada….No. No y no. Hay gente mala, hombres malos, inmaduros, egoístas, aprovechados, que utilizan a la gente, que sólo se acercan a las mujeres para conseguir sexo, que niegan el afecto, que reducen al otro a un cuerpo, a un objeto, que no les importa hacer a nadie feliz. Que son crueles y unos inconscientes. Todo el mundo tiene derecho a ser querido y a exigir ser querido. Todo el mundo. Conocer a alguien, tener cosas en común y desear tener una relación bonita y sincera es lo más natural del mundo; lo que no lo es es toda esta podredumbre de mentiras, chulerías y demás. Que no os engañen, que no os culpabilicen.
Lo de desesperada y que le agobias es un clásico, sí, te doy la razón. De todos modos, todas las explicaciones que recibamos, en general, que comiencen con un «es que…» a mí ya me hacen dar dos pasos para atrás. La mayoría de las veces solo son excusas, y de las malas. Y sí, Lin, no es necesario mentir ni ser un chulo para estar con alguien. Se está o no. Se quiere o no. Y ya.
¡Muchas gracias por tu comentario!
Me alegra mucho tener la oportunidad de poder compartir estas cosas y que alguien que no conozca lo entienda. Gracias por ello.
Mmmm… ¿Sabes que eso que comentas sobre las mujeres implica un desgaste enorme para nosotras, verdad? No sé hasta qué punto somos así, hacemos tantas cosas y tan distintas, porque realmente queramos hacerlo o porque nos dejamos llevar por lo supuestamente «in». Lo que sí me parece es que siendo como somos ahora, en esta época, asustamos a los hombres. En vez de atraerles, les repelemos. A ellos les han enseñado a llevar el rol protagonista, y si no pueden no saben cómo actuar.
¡Gracias por tu comentario, Laura!
Hola!!!
Me he mirado esta mañana y resulta que soy hombre ¡qué sorpresa!, luego he mirado mi carnet y tengo menos de 40… y pareja, e hijos (bueno, uno y medio.. Eso es plural, ¿verdad?).
Me ha gustado mucho el articulo. Desgraciadamente hay más hombres que mujeres que ven una relación como una atadura, algo que les pone limites y no les deja hacer su vida… hasta que se ven solos y mayores y empieza la desesperación. Esos son y serán malas parejas para tu amiga, van por su propio interes, son egoistas.
El equivalente femenino es la que de repente quiere ser madre y busca desesperadamente con quien, que haberlas, hailas.
La vida en pareja es genial, siempre lo ha sido. Si la pareja es la adecuada, claro. Y si lo ves como algo que te coharta y te quita cosas, pues es que no es la pareja adecuada.. dile a tu amiga que busque alguien que sume y no reste; y que él hombre, piense lo mismo. Si no, antes o después dejará de ser feliz.
Besos!
¡Se agradece el comentario de un hombre, Jorge! 🙂
Un abrazo para toda la aldea gala.
Jorge, te equivocas. Las que estamos solas somos nosotras, ellos siempre encuentran a mujeres dispuestas a una relación porque hay muchas. Simplemente esperan a la que les parezca mejor o cuando se cansen de ir de una a otra. Y ya está. Pueden elegir con quién estar y cuándo dejar de comportarse como unos capullos. Sigue siendo un mundo de hombres, no hay más.
EMHO, creo que tampoco es obligatorio tener pareja y que la actitud de querer echarle la culpa a los demás sobre la situación personal y sentimental de uno mismo es de derrotistas y cobardes.
Las parejas de verdad (no las de interés, de pega o de «estar por estar»), surgen. Sí. Surgen y cuando menos lo esperas muchas veces. Todo lo que se fuerce porque «me quedo solo», «me siento solo», etc… acaba más mal que bien.
El problema son las personas dependientes de los demás, no sólo económicamente, sino emocionalmente. El que no es capaz de estar solo sin sentirse solo, el que no tiene mundo interior, la persona que no tiene aficiones ni inquietudes, que requiere de terceros para todo en su vida, está abocada casi seguro a fracasos sentimentales constantes (se va cogiendo como un «clavo ardiendo» a cada persona que aparece en su vida y se va quemando de persona en persona).
Pienso que la mejor forma de afrontar la vida es disfrutar de lo bueno que te ofrece. Tener pareja tiene ventajas pero, incluso estando bien avenidos, tiene sus ligeros inconvenientes (sobre todo en una relación seria y de convivencia, los problemas de toda índole de tu pareja te afectan de lleno a ti también)… ¿ por qué el soltero/divorciado/separado no disfruta de su tiempo de soltería ? Todo dependerá también de los círculos en los que se mueva, la cantidad de amigos que tenga, sus aficiones (si no tienes aficiones, tu vida es casa-trabajo-casa y entonces sí se vuelve realmente tediosa), etc.
Estar soltero, si se tiene buena salud, algo de tiempo libre y una economía decente, te permite hacer multitud de actividades que, con pareja e hijos, se complican mucho (o son inviables), viajes de varias semanas con agencias especializadas que no te obligan a cuadrar vacaciones con nadie, llevar tus pasiones (pintura, música, aprender idiomas, …) a donde quieras sin tantas limitaciones de horarios, responsabilidades familiares, etc.
Creo que nos enfocamos demasiado en los inconvenientes pero no en las ventajas. Parece que, muchas veces, el que está casado querría estar soltero, el que está soltero querría tener pareja y, al final, no nos conformamos ni disfrutamos de lo bueno que nos trae la situación actual que tengamos: buscamos forzar, buscar parejas donde sea y eso no es bueno para uno ni para los demás (parece que hay que tener pareja obligatoriamente por «decreto-ley»)…
Las parejas surgen cuando menos se esperan, a veces ni recurriendo a agencias ni a páginas de contactos, surge la persona adecuada (rollos sí, parejas bien avenidas pocas veces); no nos volvamos loc@s queriendo encontrar una pareja ni por soledad ni por vejez ni por prisa: es un profundo error que nos llevará de fracaso en fracaso, de rompecorazones y rompeilusiones por la vida.
Vivamos el momento (carpe diem), disfrutemos de lo bueno de nuestro presente, sin cerrarnos a nada y todo llegará si tiene que llegar.
Saludos
Definitivamente yo no debo ser un hombre, a pesar de que mi cuerpo afirma que lo soy y mi orientación es claramente heterosexual. Tengo poco más de 50, y desde hace como cinco no quiero volver a tener una pareja. Es cierto lo que alguien dice de que hay mucha mujer dispuesta. No podía imaginarme hasta qué punto eso es cierto hasta que me quedé (digamos) «libre». Nunca me he aprovechado esa circunstancia para calentar mi cama con distintos cuerpos, ni he mentido a nadie expresando sentimientos fingidos para «triunfar» (otro indicio sospechoso sobre mi ausencia de hombría). Me llena de maravilla y admiración que todavía haya gente convencida de que el camino de la felicidad pasa por algo tan anacrónico y artificial como las relaciones de pareja (del tipo que sea: matrimonio, pareja estable, romance o ir de rollo en rollo). A los que penséis así os deseo mucha suerte, porque os va a hacer falta. No obstante, contáis con mis simpatías, mis bendiciones y mis buenos deseos.
¡Gracias por tu comentario, Paco! Ahora que lo cuentas, es cierto que últimamente cada vez me encuentro con más casos de hombres y mujeres que deciden no tener pareja. Se han casado de invertir en un proyecto de pareja (del tipo que sea) y tienen una vida lo suficientemente buena. Los estoicos como tú sí que contáis con mis simpatías.
Me parece poco inteligente generalizar de esta manera, perder el tiempo definiendo al sexo contrario bajo los paradigmas de las comedias románticas, burguesas y capitalistas Cosmopolitan. El romanticismo, véase el movimiento literario y toda su evolución hasta el mundo audiovisual, ha sido un cáncer en las relaciones humanas. Cada persona es un mundo, si quieres a una pareja entiéndela a través de la práctica y no de la absurda teoría. No lo analizemos todo en blanco o negro, la vida es arcoiris, No juzguemos a través de maniqueísmos los comportamientos que tenemos todos los mamíferos, porque sí, somos mamíferos, pues lo único que se consigue es la desnaturalización y por ende la soledad.
La humanidad está rompiendo patrones de conducta decimonónicos como el de la fidelidad eterna, la familia hetero patriarcal… Pensemos en la libertad de amar a cualquier edad sin tapujos ya sea a muchxs o a una pareja en exclusiva, porque eso es lo que queremos. Pensemos que el amor fluya libre, que de lo demás… odio, rencor, envidia,etc… tenemos demasiado.
Saludos a todxs