El fin del franquismo favoreció una explosión de creatividad y disfrute público de las libertades individuales sin precedentes. Según el testimonio de algunos protagonistas de este movimiento contracultural, lo que en la década de los 80 se denominó la Movida, comenzó en realidad a finales de los 70, años en los que, ante el aparentemente nulo compromiso social de este movimiento, a nadie parecía importarle lo que hicieran esos a los que la derecha llamaba maricones y la izquierda miraba por encima del hombro. En este contexto nació Kaka de Luxe, primera formación de Nacho Canut y Alaska. La destreza musical de los componentes del grupo era escasa, pero su carisma, innegable.
Si Kaka de Luxe fue la escuela, Alaska y los Pegamoides fue la universidad. A Alaska, Nacho y Carlos Berlanga se unirían Ana Curra y Eduardo Benavente. Letras entre lo cómico y lo sarcástico, melodías mejor producidas, punk, pop e incluso coqueteos con la música disco (Bailando). Pegamoides les trajo a Alaska y Nacho su primer álbum, pretenciosamente titulado Grandes éxitos (1982).
Demasiadas estrellas para un solo grupo, que se disolvió. Carlos y Nacho fundaron Dinarama, al que se unió Alaska.
Su primer disco, Canciones profanas (1983) no se alejó demasiado del sonido de Pegamoides: Crisis podría haber sido un sencillo del grupo anterior. Perlas ensangrentadas dejó intuir cómo sonaría el siguiente álbum: el celebérrimo Deseo carnal (1984).
Con varios himnos en su listado, el segundo disco de Alaska y Dinarama se convirtió en un clásico. Arreglos de cuerda y viento (Cómo pudiste hacerme esto a mí) superpuestos a las guitarras a las que ya estaban acostumbrados.
Resulta extraño que el mayor himno de Dinarama (A quién le importa) esté en un disco tan regular como No es pecado (1986), más electrónico y menos orquestal. En La funcionaria asesina Alaska vuelve al falsete de Un hombre de verdad.
Del pastiche llamado Diez (1987) destaca la inédita Sospechas: adolescente, simplona, pegadiza e irresistible.
Y con el fin de la década llegó el final de Dinarama con su Fan Fatal (1989), bisagra de lo que estaba por venir: disolución y nuevo grupo de Alaska y Nacho. En este álbum se entregaron a los sintetizadores y a la electrónica, todo bien de reverberación. Quiero ser santa, versión de Parálisis Permanente, es eterna.
Y llegó Salto Mortal (1991), debut que hizo que Fangoria tuviera que abandonar Warner. Pese al batacazo comercial, quién pudiera haber acudido a aquellas fiestas de Halloween en el Madrid de los 90 amenizadas con esos temazos susurrados (En mi prisión), mamarrachos (Hagamos algo superficial y vulgar), remezclados (Sálvame) o adictivos (En la Disneylandia del amor). La adversidad fue una inyección de creatividad y una prueba de coherencia para Fangoria, negándose a regresar a sus éxitos y reivindicándose como banda.
Una temporada en el infierno (1999) y Naturaleza muerta (2001), con sonidos electrónicos, envolventes, bien escritos y producidos, les devolvió el éxito de masas, colocando Electricistas o No sé que me das en la memoria colectiva.
De vuelta en Warner, lanzaron el popero Arquitectura efímera (2004) y el autoproducido El extraño viaje (2006).
Absolutamente (2009) demostró que hasta cuando flojean, siempre hay perlas en sus grabaciones: La pequeña edad de hielo, Mi futuro sin ti. La voz de Alaska se tornó más sexy y aterciopelada, quizás por la influencia de Sara Montiel, colaboradora de lujo en Absolutamente (Saritíssima).
Con un gran repertorio a sus espaldas, se permitieron revisitar su pasado, fangorizando clásicos en El paso trascendental del vodevil a la astracanada. Antología de canciones de ayer y hoy (2010). Casi nada.
El álgido Cuatricromía (2013) constó de cuatro EP que testimoniaron los pilares estilísticos del grupo: pop, rock, electrónica y gótico.
Canciones para robots románticos (2016) tuvo dos producciones diferenciadas, algunas joyas (Fiesta en el infierno y La procesión va por dentro) y una reedición a la altura, con la última gran canción del grupo: la desgarradora El día a día de mi psicopatía.
Marzo de 2017: hace 40 años que se formó Kaka de Luxe, y Alaska y Nacho Canut están haciendo algo que nunca antes habían hecho: conciertos con piano en la Sala Barceló de Madrid los días 6, 7 y 8 de marzo y en la Sala BARTS de Barcelona los días 10 y 11 de marzo.
¿Qué será lo siguiente?
Este artículo lo ha escrito Ártico. Y esta lista en Spotify recoge todas las canciones mencionadas.
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